
Si, lo sé, este es uno de esos discos a los que no puedo ni quiero resistirme. Uno de esos discos que siempre tendrán un hueco en mi discoteca.
Un perfecto compendio de ese pop añejo, algo nostálgico y de rancia autenticidad, que tanto nos gusta por aquí. Esa clase de discos donde las guitarras se tornan otoñales, mientras desmenuzan embaucadoras melodías, arropadas por un mínimo de acertados arreglos: unos teclados, algún pellizco de Hammond y pequeñas dosis de elegantes cuerdas.
Este disco es una pequeña joya, que el menor de los Gallagher (Oasis) ha comparado con el imprescindible All Things Must Pass de George Harrison, y que no deja de ser una estupenda colección de canciones pop, con una respetuosa arraigambre “sixty”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario